DEMISEXUAL
Se conoce como demisexual a quien solo es capaz de sentir atracción sexual hacia personas con las que mantiene un fuerte vínculo emocional, ya sean amigos, pareja o gente a la que, por un motivo o por otro, ha llegado a conocer de un modo muy íntimo. Esto no significa que si te haces amigo de un demisexual vaya a querer acostarse contigo necesariamente. Pero sí significa que, si buscas sexo con él o ella, vas a tener que alcanzar un grado de comprensión y cercanía difícilmente canjeable por dos cervezas o un golpe de suerte en Tinder. Quizá pienses que hemos descubierto el hilo negro y nos vengas con aquello de: "esto ha existido siempre, se llama tener criterio".
Pues no, no es tan sencillo. Porque no hablamos solamente de tener sexo, sino de sentir atracción sexual. Y la atracción sexual no es controlable: puedes sentir ganas de tirarte a una persona y no hacerlo por mil y un motivos, pero la atracción en sí misma no la puedes evitar. Un demisexual, en cambio, la tiene mucho más fácil. Pongamos, por ejemplo, que una chic@ demisexual recibe en su cuarto la visita inesperada de Ryan Gosling desnudo, untado de aceite y con una evidente erección.
Pues no, no es tan sencillo. Porque no hablamos solamente de tener sexo, sino de sentir atracción sexual. Y la atracción sexual no es controlable: puedes sentir ganas de tirarte a una persona y no hacerlo por mil y un motivos, pero la atracción en sí misma no la puedes evitar. Un demisexual, en cambio, la tiene mucho más fácil. Pongamos, por ejemplo, que una chic@ demisexual recibe en su cuarto la visita inesperada de Ryan Gosling desnudo, untado de aceite y con una evidente erección.
—Hola, soy Ryan Gosling y vengo a meterme en tus calzones.
—Ah, perdón. Es que no te conozco.
¿Ciencia ficción? No: demisexualidad. La persona en cuestión es consciente de que el tipo que se agarra el paquete frente a ella tiene un rostro agradable y un cuerpo bonito; incluso sabe, por cuestiones sociales y culturales, que es apetecible desde un punto de vista sexual. Es solo que no siente la pulsión de hacer "nada" con él. Para ella es como observar un Picasso: puede admirar su belleza, pero eso no significa que se quiera coger al cuadro.
Entonces, ¿existe realmente la demisexualidad o no es más que el enésimo invento de la era internet? "Está por verse", dice Martín. Por una parte, no descarta la existencia de gente sinceramente incapaz de sentir atracción sexual sin vínculo emocional (algo aún no demostrado, pues no hay estudios al respecto), aunque por otro lado cree que buena parte las personas que se colocan dicha etiqueta lo hacen como excusa para encubrir "traumas, miedos e inseguridades en torno a su aspecto físico o pericia sexual".
Vamos, que sin confirmar ni desmentir la existencia de una genuina demisexualidad, muchos de los autodenominados "demis" podrían no serlo y haber encontrado en esta comunidad una respuesta satisfactoria a sus complejos sexuales, algo que no haría más que perpetuar sus problemas. En cualquier caso, no parece que los autodenominados demisexuales lleven mal su forma de vida, en absoluto. Y si ellos están bien, ¿quiénes somos los demás para meternos?
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